madre denuncia abuso de poder en Santiago
Santo Domingo.- María de los Milagros de los Santos Mercedes aún no puede entender cómo, sin una orden judicial ni notificación previa, su hijo menor fue retirado de su hogar por una fiscal del Ministerio Público el pasado 6 de febrero. Desde entonces, no ha vuelto a verlo en persona.
“El Día de las Madres, su cumpleaños… pasaron sin él. Solo me dejan hablarle por videollamada”, denuncia María, quien acusa a la fiscal Yerlina, de la Procuraduría de Niños, Niñas y Adolescentes, de actuar de manera ilegal.
Su abogado, Bernardo Encarnación, sostiene que el hecho está vinculado a un caso ocurrido en 2018, cuando una hija de María fue víctima de supuestamente abuso sexual dentro de una escuela en Santiago. En esa ocasión, según el jurista, la directora del plantel habría actuado con negligencia, e incluso amenazado a la niña para que no hablara. Años después, esta misma directora, dice, ha impedido la inscripción de los otros hijos de María en el centro educativo ubicado justo frente a su vivienda.
Pese a que una sentencia de amparo ordenó que los niños fueran admitidos, la escuela siguió negándoles el acceso. La madre ha tenido que pagar transporte y tareas fuera del hogar para garantizar su educación.
El El Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia (Conani) intervino y solicitó la custodia temporal del niño bajo el argumento de que no estaba asistiendo a clases, algo que la familia niega y afirma haber documentado con múltiples notificaciones legales.
“La directora sigue ahí, impune. Y yo tengo años luchando para que mis hijos puedan estudiar como cualquier otro”, dice María. Ahora, además de la lucha educativa, carga con la separación forzada de su hijo menor.
El programa de investigación, Bajo El Foco, contacto a Conani para conocer su versión y nos informaron que el menor está bajo protección y que no puede divulgarse su ubicación por seguridad. También afirmaron que la madre puede mantener contacto con su hijo por vía telefónica, previa coordinación.
Mientras tanto, María asegura que no dejará de luchar. “Solo quiero que me devuelvan a mi niño, y que mis hijos puedan estudiar en paz. Esto no es justo.”