Dejar de quejarse es el primer paso para alcanzar paz interior, según terapeuta – El Nuevo Diario (República Dominicana)
Zaidy Di Franco, terapeuta. (Foto: El Nuevo Diario).
EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO.- Zaidy Di Franco, terapeuta y coach, explicó una reflexión sobre el hábito de quejarse, destacando que se trata de una conducta aprendida que, en muchos casos, puede ser transmitida de generación en generación.
“A menudo heredamos el hábito de quejarnos de nuestros padres, abuelos o incluso de la sociedad, ya que vivimos en una cultura donde prevalecen las quejas en lugar de una mentalidad orientada a resolver problemas o mejorar las situaciones”, afirma.
Según la especialista, la queja es una reacción fácil y automática, pero invita a las personas a cuestionarse sobre su papel en la solución de los problemas. “Qué fácil es quejarse, pero ¿qué estás aportando tú a la solución? Si todos somos parte del problema, también todos somos parte de la solución”, asegura.
Zaidy Di Franco habló en esos términos al ser entrevistada por la tanatologa Krismeli Brito Padilla, en el programa “Con la Dra. Controversia”, transmitido por la plataforma digital El Nuevo Diario TV.
(Ver programa).
Di Franco explica que cada persona es responsable de lo que piensa, hace y percibe, y que la forma en que vemos una situación puede transformarse a partir de una decisión consciente.
“Muchas veces compartimos una visión colectiva, todos vemos lo mismo, pero cada uno de nosotros tiene la capacidad de cambiar su percepción y optar por una perspectiva más tranquila y pacífica. Elegir cómo ver una situación es una decisión que puede impactar tanto nuestra paz interior como la de los demás”, añade.
La terapeuta subraya la importancia de la proyección mental. “Si en nuestra mente solo habitan pensamientos de conflicto, daño o temor, eso es exactamente lo que vamos a proyectar al mundo. Para cambiar lo que vemos afuera, primero debemos cambiar la forma en que pensamos. Cuando nos quejamos, no logramos ver ninguna solución”, puntualiza.
Di Franco propone dos claves para dejar de quejarse. Primero, practicar una pausa consciente antes de hablar, tomándose de cinco a diez segundos para reflexionar si lo que se va a decir es constructivo y amoroso, tanto para uno mismo como para los demás.
“Si lo que vas a decir no aporta nada positivo o no contribuye a la solución, la mejor respuesta es el silencio. O también puedes optar por preguntar cómo lo ve la otra persona”, aconseja.
El segundo punto que resalta la coach es la responsabilidad personal sobre los pensamientos. “Es fundamental preguntarse si aquello que estamos pensando nos genera paz o, por el contrario, fomenta una actitud de queja. Al identificar esos pensamientos que nos llevan a la negatividad, podemos trabajar en transformarlos y abordar cualquier situación desde un lugar de mayor paz en lugar de la queja”, añadió.
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